miércoles, 15 de abril de 2009

Noche

A veces es ternura, una súbita y necesaria ternura hacia la que no es reina y anda por ahí. Me gustaría mandarle un telegrama, encomiendas, saber que sus hijos están bien o que no tiene hijos -porque yo creo que allá no tengo hijos- y necesita confortación, lástima, caramelos.
Anoche me dormí confabulando mensajes, puntos de reunión. Estaré jueves stop espérame puente. ¿Qué puente? Idea que vuelve como vuelve Budapest donde habrá tanto puente y nieve que rezuma. Entonces me enderecé rígida en la cama y casi aúllo, casi corro a despertar a mamá, a morderla para que se despertara. Nada más que por pensar. Todavía no es fácil decirlo. Nada más que por pensar que yo podría irme ahora mismo a Budapest, si realmente se me antojara. O a Jujuy, a Quetzaltenango. (Volví a buscar estos nombres páginas atrás).
No valen, igual sería decir Tres Arroyos, Kobe, Florida al cuatrocientos. Sólo queda Budapest porque allí es el frío, allí me pegan y me ultrajan. Allí (lo he soñado, no es más que un sueño, pero cómo adhiere y se insinúa hacia la vigilia) hay alguien que se llama Rod -o Erod, o Rodo- y él me pega y yo lo amo, no sé si lo amo pero me dejo pegar, eso vuelve de día en día, entonces es seguro que lo amo.
[...]

3 comentarios:

MAL dijo...

no se si la amo
pero me dejo pegar

*LUv dijo...

une exellence. muchas buenas imágenes. me gusta "y necesita comfortación, lástima, caramelos." (creo que es comfortación. Borges decía que presentar un escrito y ponerle un error es pura elegansia, you know) Bsos

Anónimo dijo...

q buen texto...la primera vez q conoci lo que era un anagrama... ja!

siempre varios puentes... y el frio y el calor, y penas y alegrias...

"con alegria de esperanza, con esperanza de alegria"


abrazo