lunes, 11 de mayo de 2009

Ni una palabra de lo que digo

No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando.
Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres.
A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente
que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo
[...]



pero no por eso dejaré de hablarte
ni de llamarme inocente

1 comentario:

MAL dijo...

jeje... no diré lo que ya sabes que he hecho