No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando.
Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres.
A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente
que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo
[...]
pero no por eso dejaré de hablarte
ni de llamarme inocente
1 comentario:
jeje... no diré lo que ya sabes que he hecho
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