viernes, 18 de septiembre de 2009

Capítulo uno o Visita al verdadero Señor entre señores

-¡Oh! Tengo poco que decir realmente, Harry -respondió el pintor-, y temo que no lo comprenderá usted. Quizás apenas lo crea.
Lord Henry sonrió, e inclinándose arrancó de la hierba una margarita de pétalos rosados, y examinándola:

-Estoy completamente seguro de que lo comprenderé -replicó mirando atentamente el pequeño disco morado de pelusa blanca-, y en cuanto a creer en las cosas, las creo todas con tal de que sean enteramente increíbles.
[...]





ciertamente, por esta razón voy a verte-
À demain Lord Wilde.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Reality

En la visión de los días todo está ya distribuído
y yo estoy a un lado, contemplando la escena, como si de alguien más se tratase.
No hay razón para pensar que no podré adaptarme, así como no hay razón para no pensar en ello como algo 'temporal'.
Me gustaría descansar un poco de tanta nada. Y dejar de engañarme con esos cuatro mil quinientos pies de altura,
que hacen que todas las piscinas se vean celestes.

Pero aún no lo consigo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

4 de Septiembre/Estar lejos

Cumpleaños de mi madre. Me desperté a las 2 y me levanté y me senté junto a la ventana mientras pensaba en ella. Me encantaría verla, a ella y a ese pequeño ceño entre sus cejas, y escuchar su voz. Pero no creo que lo haga.
Mi recuerdo de ella es tan completo que no deseo que nada lo perturbe.
[…]

Estoy cansada, maravillosamente cansada. ¿Crees que las margaritas se sienten dichosamente cansadas cuando se cierran por la noche y el rocío desciende sobre ellas?
[…]






Es curioso. Porque hace mucho tiempo que tengo este libro y, desde la primera vez que lo leí, supe que quería dedicarte esas palabras que comparto y que (con el debido respeto) puedo sentir tan propias. Y sin embargo lo hago ahora... sólo porque elijo pensar que quizás ahora era el momento.

Estaré ahí, verás.
Te amo.