domingo, 27 de marzo de 2011

Cuando me reto en voz baja

Y cuando intentes describir, piensa en algo como esto.
Sin peros, hasta que salga-



Cuando llegaban las visitas sufría mucho
No sólo porque era tímida
Sino porque esas visitas le parecían vanas,
Ridículas y antipáticas.
Las atisbaba de lejos,
Sentía el perfume penetrante de sus vestidos,
El aire desprendido de los plumíferos sombreros,
Las risas y las voces estridentes.
[...]

1 comentario:

Anónimo dijo...

el tímido aprecia su soledad, el atrevido la teme.