sábado, 27 de junio de 2009

Limitados

Cuando volvimos del cine, encontré un ciempiés de metro y medio
desafiante, en el pasillo de la cocina.
Pensé en que no podría matar a uno de dimensiones semejantes, me sentí indefensa
retrocedí dos o tres pasos
hasta darme cuenta de que no
era real.
No existen ciempiés de dimensiones semejantes,
al menos no en mi cocina. Me fui a la cama.
A la mañana siguiente me encontré con su cadáver. Exactamente en el mismo lugar donde lo había visto
yacía, boca arriba, con sus cuatro centímetros.

Probablemente habría muerto,
de tanto esperarme.

2 comentarios:

Ella también dijo...

Qué hermosos que es eso!

:)

Abrazos.

Mundo Aquilante dijo...

Je, muy buen relato.
Le pasó enserio seguramente... pero yo le digo muy buen relato para que parezca menos loca.

Saludos desde Mundo Aquilante!